Un método antiquísimo y fascinante
Hemos elaborado durante años aguas destiladas pero jamás las habíamos hecho con un alambique, nuestro método aunque era parecido no se asemeja a la calidad en producto utilizado por éste método tradicional y no me mal entiendas, aunque era un producto muy bueno, el producto final resultado de utilizar el alambique es superior en muchos niveles.
¡Es una obra de arte en cobre! es fascinante ver el funcionamiento del alambique, desde poner dentro de la caldera el producto a destilar y el agua, acomodar las piezas, colocar una pasta de arcilla con agua en todas las hendiduras para evitar que se salga el vapor, prender la caldera y que tome la temperatura ideal, el sentir el calor al tocar el capitel o el cuello de cisne donde va pasando el vapor y observar como pasa por el serpentín por el punto de refrigeración logrando enfriar el vapor para obtener tanto una destilación como el aceite esencial de la planta.
Quisiera que estuvieras con nosotros mientras se realiza una destilación, el aroma que despide la planta es fascinante, si se ésta destilando romero, llega un punto en que el cuarto se torna con un aroma mentolado intenso. Definitivamente la adquisición de un alambique ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado, logrando que nuestros productos sean de una calidad única.