Una festividad muy colorida....muy mexicana
Día de Muertos, una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.
Un poco de historia…..
En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
Como mexicana, veo el Día de Muertos como una forma de aferrarse a la vida. Me tomo un poco de tiempo ver en este día alegría, hoy después de años de la partida de mi gente puedo decir que de esto se trata la vida, de honrar por medio de nuestras acciones la vida de los que fueron, es recordar no el vacío que dejaron, si no, ver todo aquello que ellos sembraron haciéndonos quienes somos hoy.
El Dia de Muertos es simplemente recordar lo que el día a día nos hace olvidar, la vida es efímera así que más nos vale dejar una marca y huella invaluable para que de esta forma seamos recordados y no olvidados.
Así es mi México, donde incluso en la muerte encuentra una manera de unirnos, donde los colores y los detalles se presentan de una manera extraordinaria, y donde la comida es el pretexto perfecto para siempre estar reunidos como familia en nuestra mesa.
